sábado, 16 de febrero de 2008

Los vehículos y las matrículas singulares

Como si
‘Sería’ de
La Rioja


MARTÍN SCHMITT

Ya han pasado casi ocho
años desde que me
encontré de bruces con
una ciudad nueva, pateando
dos maletas pesadas –repletas
de un montón de recuerdos del
otro lado del charco– y un traje
azul muy coqueto, flamante
adquisición para dar una buena
impresión a mis compañeros
del periódico. Arrastrando
el cansancio del largo viaje desde
Buenos Aires, y después de
unos cuantos ‘talogos’ que parecían
más un chiste que un saludo
(juro por mi madre que creía
que me estaban vacilando),
me di una vuelta por la ciudad
e incluso conocí la calle Laurel,
aunque admito que me
asusté un poco al principio, por
lo que me quité el reloj, escondí
mi cartera en el bolsillo
delantero del pantalón y me fui
a un ‘burger’ a cenar. No podía
creer que se comiesen las orejas
o los caracoles.
Pese a este episodio que hoy
recuerdo con una sonrisa, tenía
la certeza de que había llegado
a mi sitio. A partir de entonces
no descansé. Me di el lujo de
conocer toda la región y sus
gentes: subí hasta la cima del
San Lorenzo; compartí un licor
con los monjes de Valvanera;
preparé chuletillas en el Rajao;
asé pimientos y tomate en Alberite;
probé miles de vinos de la
mano de muy buenos profesores;
recorrí cada centímetro de
la Laurel y la Mayor (luego me
hice mayor); bailé un tango en
Pradejón; admiré el atardecer
del monte Cantabria; suspiré
con un amanecer camerano;
lloré por el Logroñés en el viejo
Las Gaunas y vi nacer a la
mejor sobrina postiza que uno
puede tener, entre otras cosas.
Ya con con 15 kilos de más
era como si ‘sería’ (o seriese)
de La Rioja de toda la vida.
Todo eso sin renunciar a mi
querida patria, porque para
muchos sigo siendo aquel boludo
argentino del traje azul.

2 comentarios:

María Marta dijo...

Qué buena foto!!!
No conozco personalmente la "buga" que Martín conduce actualmente, sólo por foto, y cubierta de nieve!!!
Realmente la chapa es muy especial.... Porque si algo ha hecho Martín, como su relato lo indica, es beber riquísimos vinos riojanos (acompañando siempre chuletillas, pimientos, setas, espárragos...) lo cual explica los "15 kilos de más"... 15 kilos realmente "riojanos"!!!
Cuando llegó a Logroño, casi todo fué responsabilidad de su madre, que primero le aconsejó ir en tren desde Madrid..., y luego... que el primer día se pusiera el traje azul...
Muchísimos "talogos" a todos los que hicieron que Mariana y Martín fueran tan felices en aquellas tierras, para siempre!!!
María Marta (desde el otro lado del charco, y que no bailó un tango en Pradejón, sino "rock"!)

evelgonzalez dijo...

Me gusta mucho tu trabajo y tambien tus palabras. De alguna manera me siento identificado con tu historia del viajero del traje azul. Bellas palabras y estupendas fotos. Evel: www.evelgonzalez.blogspot.com